Una hija regresa a su casa después de mucho tiempo de haber estado desaparecida; el padre empieza a regañarla: - ¿Dónde estuviste tanto tiempo?... ¿Por qué ni siquiera escribías? ¡No sabes cuanto ha sufrido tu madre! La muchacha, llorando, -snif, snif-: - Perdón papa, me he vuelto prostituta. - ¿¡Como!? ¡¡Largo de aquí, desvergonzada, mala hija!! - Como ordenes papá, sólo vine a entregar este abrigo de visón y las escrituras de una casa nueva a mamá, una cuenta de ahorros por 500 millones a mi hermanito y a ti, papacito, este Rolex y el Cadillac negro que esta en la puerta.... - Hijita, ¿en que dijiste que te has convertido? - ¡¡En prostituta. snif, snif!! - ¡Ah, que susto, yo había entendido protestante!
|