Un inspector de Hacienda esta revisando la declaración de renta de un contribuyente. INS.: Bueno, vamos a ver... ¿tiene usted un coche? CON.: No, dos. El Alfa Romeo, que es el que uso yo normalmente, y el Rolls Royce, que es el que coge mi mujer. Es que a mi me gustan rápidos, ¿sabe usted? INS.: Claro, claro... ¿tiene usted una segunda residencia? CON.: No, dos. Un chalet en Marbella, en primera línea de playa, y otro chalet en Sierra Nevada... así no hay problema con los niños en verano, unos días a la playa, otros a la montaña... INS.: Entiendo... y... ¿tiene usted un yate? CON.: No, dos. Un velero, por aquello del deporte, y otro a motor para cruceros largos. INS.: Comprendo. Bueno, solo me falta un dato... ¿cual es su profesión? CON.: Albañil en paro. INS.: ¿¡Cómooo!? ¿Me ha tomado usted por imbécil? ¿Pretende hacerme creer que un albañil en paro puede tener dos coches, dos chalets, dos yates?... ¡¡Y UN CUERNO!! CON.: No, dos...
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