Llega un chico a un bar, cojo, manco, con media oreja... o sea, bastante quemado y con una chepa impresionante. El camarero que lo ve venir le dice:
- ¿Qué va a tomar usted? - Una copa de ese whisky - dice el chico con voz de 'esmirriao'. ¡Zas! Se la toma de un trago y dice: - ¡Ozú, qué cuerpo m'ha dejao!
Y el camarero atento le contesta rápidamente: - ¡Cállate, cabr*n, que te he visto entrar!
|